En octubre de 2016 robaron a Kim Kardashian a mano armada y le quitaron millones de dólares en joyería. Ahora, uno de los supuestos asaltantes, Aomar Ait Khedache (quien todavía no ha sido encontrado culpable), supuestamente le dijo a la policía francesa que planeó el ataque utilizando las redes sociales de la estrella.
"Ella mostró las joyas en internet, y dijo que no usaba imitaciones… cuando llegó a Francia solo tenías que buscar en Internet para enterarte de todo, de absolutamente todo", informó Vanity Fair que Khedache le dijo a la policía. El jefe de la policía de París, Christian Sainte, supuestamente no se sorprendió al respecto: "Ella todo el tiempo ofrece información en las redes sociales", una declaración que lamentablemente suena como tratar de culpar a la víctima.
Khedache también aseguró que alguien "muy cercano a Kardashian" dio "información muy precisa" que le permitió a ellos asaltarla cuando estuviera sola y vulnerable. Con la excepción de su anillo de compromiso de 20 quilates, valorado en 4 millones de dólares, se informó que todo lo que le robaron fue fundido y vendido. ¿Por qué el anillo no? Khedache alega que su equipo tenía mucho miedo de venderlo "porque una gema robada es muy fácil de identificar".
Esto no significa que haya que culpar a Kim. Ella hizo algunas publicaciones en Snapchat; los ladrones cometieron robo a mano armada. Lo último es lo que estuvo mal. Como ya le dijo la psicoterapista neoyorkina Janet Zinn a Teen Vogue, auto culparse es muy común luego de una tragedia, pero no ayuda en nada. "Nuestras mentes quieren darle sentido a lo que ocurrió", dijo. "Que ella se culpe le da la ilusión de que podía controlar una situación impredecible, como si pudiera haberse evitado".
Ante el ataque, Kim tomó una comprensible pausa de tres meses, en que se alejó de las redes sociales, además de que habló públicamente de lo mucho que la afectó el traumático robo.
Khedache también aseguró que alguien "muy cercano a Kardashian" dio "información muy precisa" que le permitió a ellos asaltarla cuando estuviera sola y vulnerable. Con la excepción de su anillo de compromiso de 20 quilates, valorado en 4 millones de dólares, se informó que todo lo que le robaron fue fundido y vendido. ¿Por qué el anillo no? Khedache alega que su equipo tenía mucho miedo de venderlo "porque una gema robada es muy fácil de identificar".
Esto no significa que haya que culpar a Kim. Ella hizo algunas publicaciones en Snapchat; los ladrones cometieron robo a mano armada. Lo último es lo que estuvo mal. Como ya le dijo la psicoterapista neoyorkina Janet Zinn a Teen Vogue, auto culparse es muy común luego de una tragedia, pero no ayuda en nada. "Nuestras mentes quieren darle sentido a lo que ocurrió", dijo. "Que ella se culpe le da la ilusión de que podía controlar una situación impredecible, como si pudiera haberse evitado".
Ante el ataque, Kim tomó una comprensible pausa de tres meses, en que se alejó de las redes sociales, además de que habló públicamente de lo mucho que la afectó el traumático robo.
Fuente: E! online Latino
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